Esta nota, más que un resumen, es propiamente un agradecimiento, acá hago mención de todas esas cosas no escritas en mis anteriores entradas y que son detalles que solo digo a aquellos que preguntan por mis travesías... Este es el momento de hacer verdaderamente público mi blog y que todos confirmen a través de mi que la Astronomía ciertamente abre las puertas y ventanas a las oportunidades y al universo y es una "ciencia sin fronteras"
Para leer esta entrada le recomiendo escuche este álbum, que servirá como fondo musical para lo que la aventura que está apunto de leer.
Durante casi 3 meses recorrí Colombia a pie, pocas veces en colas, aventones y de vez en cuando pagando pasajes cuando las distancias eran muy largas, así llegué a muchos lugares hermosos donde me esperaban retos, metas y donde cada día era diferente a otro en un 1000%.
En cada uno de los departamentos colombianos que visité conocí personas únicas, estupendas, personas que me recibieron con sonrisas, con abrazos y con las mejores vibras y mejores deseos de éxito, a todos GRACIAS ya que sin ellos, nunca hubiera conocido tan hermosísimo país.
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EL COMIENZO: De dónde vengo y a dónde voy Allí apenas pensaba que mi destino final era Cúcuta, no había salido de Venezuela y ya sabía la gran aventura que me esperaba, pero no pensaba que desde Cúcuta, Mi primer paso Fuera no solo mi primer paso, sino un impulso tan importante en mi carrera como Astrónomo, mis aventuras como mochilero y el comienzo de una nueva etapa en mi vida. Allí dejé importantes personas para mi como Stefhany Quintero y su familia, Luisa Gáfaro y demás compañeros de trabajo, Viviana Osorio y el equipo del MUSEO NORTE DE SANTANDER y todos a quienes allí conocí durante mi participación la primera semana de octubre.
PAMPLONA - BUCARAMANGA - Esta es sin duda la aventura más extrema que pude vivir en Colombia pero la que me enseñó a valorar todo y me cambió la vida casi por completo. Esa ruta, a pie, además de ser hermosa tiene personas muy hermosas habitando allí.
A través de Google Maps, conocerán los lugares que me acobijaron, cautivaron y sorprendieron en mi caminata.
Cuando llegué a Pamplona era de noche, llovía y no pude llegar a ninguna parte, lo que me hizo tomar la decisión de pasar la noche en la calle, durmiendo en un kiosko bajo la lluvia y el intenso frío, pero eso era el inicio de un cambio importante.
La mañana siguiente, me encontré con Askely Hernandez, quien me hospedó en su hogar y cuyas hermosas hijas me trataron muy muy bien, durante un día conocí Pamplona y a pesar de que los trabajos allí no pudieron darse por los paros de la Universidad de Pamplona no me detuve por mucho y continué mi viaje al día siguiente comencé a caminar.
Por el camino, además de las bellísimas vistas de cultivos y páramos, hay vendedores de Duraznos y Fresas, las mejores y más grandes que he comido en mi vida, jugosas y naturalmente frías, personas que al verte te saludan con una bella sonrisa.
Eran como las 11a.m cuando me subí allí en la roca más grande. Me subí y quedé contemplando todo ese paisaje hermoso, el clima era perfecto y pude recibir saludos de los carros y buses que pasaban lo cual me daba mucho ánimo. Eso queda saliendo de Pamplona.
La Caldera, es un caserío cercano a Mutiscua, a eso de las 5p.m de la tarde después de tanto haber caminado, un carro me dio cola hasta allí... Fueron unos 15 minutos ahorrados y pasé una noche allí en una carpa bajo millones de estrellas, frío intenso y silencio, pero allí, Don Homero y una señora muy amable permitieron que colocara mi carpa y dieron comida
En el lugar de ese camión, coloqué mi carpa y fue una noche muy estrellada y perfecta. La loma de atrás tiene siembras de diferentes hortalizas y hay un río a la izquierda, allí me bañé la mañana siguiente con ese frío intenso.
La mañana siguiente caminé hasta Mutiscua
Una calle que baja 2km y se encuentra con un pueblito muy bonito donde también encontré cosas muy buenas
Esta imagen es de 2013, pero cuando yo llegué allí estaba mucho más bonito, justo al lado de la iglesia se ve una puertica, allí me encontré a Franklin y Esmeralda, quienes al ver mi gorra de Venezolano me llamaron para preguntarme "Porqué le pusieron la 8va estrella a la bandera" algo que me pareció muy gracioso pero que a la vez ayudó a conocernos, Franklin vive en Pamplona y le gusta la astronomía y Esmeralda, la dueña del local, es venezolana, de Tachira, comenzaron conociendo mi emprendimiento, dieron la bienvenida, dieron comida y motivaron muchísimo a seguir mi recorrido.
(Nota - Estas fotos a continuación me llegaron el 10 de febrero por parte de Esmeralda, cuando después de 4 meses tuve celular)
Luego de eso, 2 cuadras más abajo llegué a este local muy bonito. Allí estaba Ana una mujer muy elegante dueña de ese CiberCafé donde me metí a estudiar la ruta que iba a tomar y también Ana me conoció y apoyó en mi actividad, me dió café y regaló 2 tamales que guardé para comer en el camino.
No conocí mucho de Mutiscua, pero me encantaría regresar, al irme de allí volví a subir esos 2 kilometros hasta la autopista vía Bucaramanga, donde mi siguiente destino fue LA LAGUNA, un lugar al que llegué cerca de las 2p.m gracias a que en el camino un señor se ofreció a llevarme en su carro.
Hasta este punto de la policía, pueden transitar vehículos con placa venezolana... ciertamente en mi camino vi muchos carros y motos con placas de Venezuela, y a partir de ese lugar deben hacerse toda una serie de trámites para poder avanzar.
El señor me dejó en ese lugar pues iría cerca y yo tampoco tenía prisa, así que entré a ese Restaurante a comer uno de los Tamales que me dieron en Mutiscua. y el vendedor de la tienda me regaló un jugo de Guayaba.
Lo siguiente es parte de la vista que contemplé durante todo el camino hacia Berlín, el Lugar donde iría a pasar la noche.
En este Restaurante y frutería también habían venezolanos trabajando, muy amables y solidarios conmigo, me dieron indicaciones para llegar a Berlin... "Siga derecho" y seguí caminando.
BERLIN. Pero no de Alemania.
Después de unas cuantas horas caminando, ya a eso de las 5p.m un camionero me esperaba en una de las curvas más adelante, me vio caminando y esperó a que llegara hasta donde paró, me preguntó sobre mi destino, le dije que era Berlín y me llevo el resto del camino. Él iba a Bucaramanga, ofreció también llevarme pero no podía llegar tan temprano a esa ciudad pues había dado una fecha a las personas de la UNIVERSIDAD INDUSTRIAL DE SANTANDER para poder llegar. Así que el buen hombre me llevó hasta Berlin donde llegué a eso de las 7p.m
Allí, en la estación de policía me dejó el camionero, justo en frente y cuando bajé del camión el frío intenso comenzó a darme molestias, justo en el primer local de comida vendían sopas, pedí una para calentarme y cuando quise pagar, la señora no aceptó el dinero y amablemente me regaló café caliente.
Pregunté a la policía dónde podía levantar la carpa para pasar la noche y me dijeron también con mucha amabilidad que no sería posible hacerlo en NINGÚN LUGAR pues por la noche BERLÍN era demasiado frío y sería un riesgo para mi acampar allí. Hablamos de 3000msnm aproximadamente.
Así que comencé a caminar buscando un lugar para pasar la noche, el problema del frío no me molestaba pues como buen mochilero estaba preparado, así que continué hasta las afueras del pueblo donde en una de esas casas de la foto me dieron permiso de poner la carpa, pero mejor aún, resultó que las personas de una de esas casas era venezolana y no solamente evitó que durmiera en la carpa, sino que me permitió pasar la noche en un cuarto, con cama caliente, comida, baño y mucha, pero mucha amabilidad.
Al día siguiente, continué mi camino, esta vez, el Picacho de Berlin era el destino...
Caminé desde la mañana hasta a eso de las 2p.m, hora en la que llegué al Picacho de berlin.
Allí me encontré a Jorge Salamanca y su novia, estaban de paseo en su moto en ese lugar y les pedí que me tomaran fotos, pues al no poseer aparatos conmigo, necesitaba de alguna manera registrar esa visita a ese lugar.
Él me dijo que no tenía problemas en hacerlo, me tomó fotos y posteriormente busqué un lugar para acampar.
Detrás de ese camión hay un restaurante, allí comían unas personas que me vieron llegar y me regalaron un pollo casi entero, con eso cené y desayuné, pero arriba, en la loma de la izquierda, coloqué mi carpa y cuando hube terminado de comer, de pronto apareció un enorme caballo que me persiguió y de forma agresiva saltaba para todos lados... Pensé, "Aquí moriré aplastado por un caballo" Pero después de hablarle detrás de mi carpa este se calmó y nos hicimos amigos, tuve que mover mi carpa hacia atrás de la alambrada que se ve allí pues el caballo no paraba de morder la carpa.
Estaba a 3400msnm y allí dormí, fue una noche muy tranquila, fría, hermosa.
Al día siguiente, temprano, empaqué mis cosas y comencé a Caminar, de bajada esta vez, caminé 10km aproximadamente y llegué a esta parada llamada "La Nevera" Allí me detuve a coser mi mochila que tenía unos agujeros que podían hacer regar todo el equipaje. En la primera casa de la derecha, pedí un café, (no se llama la nevera porque si) pero además del tinto, me regalaron una sopa, un hombre muy amable que me brindó esa hospitalidad.
Luego de parar allí caminé unos 5km mas aproximadamente y fue cuando me recogió un mulero y terminó de llevar hasta BUCARAMANGA ... En esa entrada, cuento el resto de la historia.
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DESPUÉS DE BUCARAMANGA.
Habiendo culminado mis labores con la UIS, y KASAGUANE y la fundación GOLES POR LA PAZ Emprendí mi camino hacia Bogotá, pero la ruta no fue hecha desde un bus... Sino caminando.
Desde la parada de "Papiquieropiña" (Si, así se llama) al sur de Bucaramanga, caminé toda la tarde hacia un pueblito llamado CUROS, donde a eso de las 10p.m pude descansar, al menos eso me habían dicho los habitantes cercanos, pero no era CUROS sino ARATOCA donde me quedé, algo que descubrí mientras buscaba los lugares con el Google Maps.
En ese lugar pasé esa noche que salí de Bucaramanga, Donde está el Container, coloqué mi carpa con el permiso de la dueña de la casa de la izquierda, me dijo. "coloquela acá" debajo de un techo, pero por pena le dije que estaba bien allí... Resultó que me hice amigo de 2 perritos que llegaron primero ladrando y extrañados de mi presencia, pero luego se acostaron fuera de la carpa como cuidandome, no obstante, a las 4a.m comenzó a llover y tuve que mover todo hacia el techito... me mojé, pero descansé.
Al día siguiente comencé a caminar y llegué a Curos propiamente y de camino hacia el Cañón del Chicamocha hacía muchísimo calor y paré en ese negocio a pedir tinto y comer algo, pero justo detrás pasa un río muy limpio y cuya corriente es fuerte, pregunté a la dueña del local si podía bañarme y amablemente me dejó pasar al rio, me metí allí, sujeté de una piedra y tomé uno de los más sabrosos baños de mi recorrido.
Continué entonces caminando después de tan reconfortante baño llegué a un lugar llamado "GUANABANAZO"
Descansé allí, en eso llegó un señor a comprar panes y le pregunté cuánto faltaba para el peaje de Curos, me dijo que unos 5km, entonces pedí unos panes para llevar y el hombre ofreció llevarme al peaje en su carro y apresurandome a pagar, el dueño del negocio me dijo "hágale" y me regaló los panes, tomé la cola hasta el peaje, donde me llevó el señor y allí continué mi camino hasta el cañon del CHICAMOCHA.
Mi subida comenzó con una caída muy aparatosa... Caminaba por ese puente admirando el río y el cielo azul, y tropecé cayendo con todo el peso de mi equipaje... Mis zapatos, se rompieron, pero con ellos comencé a subir...
Con una altura sobre el nivel del mar que iba desde los 500msnm y hasta ese punto de la foto de arriba a unos 650, hay unos cuantos kilometros, pero ese punto, es importante para mi pues el calor que hacía en ese lugar, acelero mi consumo de agua hasta agotarse y allí, no aguantaba el calor, sentía un vaporón por todo mi cuerpo y me senté bajo la sombra de un árbol, no a pedir cola, sino agua a los carros que pasaban, ninguno paraba, hasta que después de unos 10 minutos en los que trataba de recuperarme llegó de la calle contigua un camionero quien de inmediato paró y ofreció agua... Una pimpina de unos 10 litros bajó de su camión, "Acabo de coger esta agua, está limpia" me dijo, llenó mi pote un par de veces y el resto me lo vació encima, con ropa y todo quedé empapado, pero fresco y con un ánimo suficientemente positivo, agradecí enormemente a ese señor y continué con una gran sonrisa mi camino hacia la cima del cañón de chicamocha,
Allí pasé por un lugar muy bonito donde la vista es preciosa y ya el clima no es tan caliente...
Posteriormente están las curvas de Pescadero donde se aprecia todo el cañón y un poco más adelante, un señor me dio la cola hasta San Gil. Lo cual demostró que todo el peregrinaje de esa subida, tuvo una recompensa. El total del recorrido son 10 Kilometros, y me tomó unas 4 horas hacerlo.
Mi siguiente entrada es BOGOTÁ Allí resume un poco mi paso por SAN GIL pero no mi camino hacia el pueblo de SOCORRO caminando toda la noche y mi llegada a Bogotá donde me hospedé para mi sorpresa, fui hospedado por el Planetario de Bogotá en un Hotel 5 estrellas llamado TEQUENDAMA.
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Lo anterior, corresponde a una primera parte, pero la más importante de mi vida o del año 2017 si así lo resumimos, y es que "a mayor el sacrificio, mayor la recompensa" no hablo de las recompensas materiales, pues a lo largo de este viaje desde Pamplona hasta Bogotá, mi presupuesto fue muy bajo, lo más valioso de mi travesía, fueron los hermosos paisajes contemplados, las noches estrelladas, las dificultades superadas, pero más importante aún, las personas que en el camino conocí... Ellos fueron y son de gran valor para mi, pues sé que si en algún momento regresara a esos lugares, los abrazaría y compartiría con ellos un rato para agradecer lo poco que hicieron por mí, pero que ayudó a que este mochilero, lograra llegar a sus destinos a dar conferencias de astronomía.
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Luego de mi paso por BOGOTÁ, las cosas comenzaron a cambiar a mi favor, agradeciendo a Mauricio, Milena, María Mercedes, Giovanni, Fernando, Solangie y todas las personas del Planetario de Bogotá y Hotel Tequendama, me fui en bus a MEDELLÍN era la 2da vez que tomaba un bus para viajar y allí las cosas tomaron un color muy bonito.
Al llegar a Medellín no pude dejar de sorprenderme por su parecido a Caracas, con su río atravesando la ciudad entre otras cositas, pero también me encantó como en todo mi recorrido la calidez de las personas, llegué y me perdí, tomé el camino contrario a Parque Explora, y llegué a un barrio, llegué por la mañana y buscaba un lugar para desayunar y en el momento, escuché la voz de alguien que desde una ventana me llamaba, un señor, que me invitó a desayunar, sin conocerme, como dándome la bienvenida.
Luego llegué a parque explora, y allí, en esa entrada se resume toda mi vivencia astronómica.
Acá agradezco a Enrique Torres, esposa e hijo, trabajadores del Planetario de Medellín, Parque Explora, Instituto Universitario Tecnológico (ITM), Universidad de Antioquia (UDEA), Museo del Agua y todos esos lugares hermosos que visité y esas personas que conocí durante los 10 días que estuve allí.
También he de agradecer a Brandon Echeverrys, un astrofotógrafo y mochilero quien extendió mi estadía en Medellín, me llevó a Copacabana donde conocí a su familia y amigos, entre ellos Luis Fernando y Chava Leiva, que logró llegar a Venezuela y me pidió consejos e indicaciones.
Posteriormente fui a La Ceja, donde Brandon tenía que dar una conferencia en un lugar precioso llamado LA CASA DEL ÁRBOL Allí también Brandon me dio a conocer después de su conferencia y también conocí a la hermosísima TATIANA, una chica pelirroja muy bella que me cautivó, pero que también me comentó sobre sus ganas de aventurarse como mochilera.
De allí, volví a Medellín y preparé mi viaje hacia PEREIRA donde supe que tener un plan B es importante incluso cuando nada de lo que había hecho fue planeado.
Comenzando por el hospedaje, no se concretó mi lugar de hospedaje y las comunicaciones con las opciones que tenía fallaron, lo cual me hizo optar por el Couchsurfing, sin embargo, por la premura, sólo pude contactar a una persona quien se ofreció a darme hospedaje y así llegué a casa de una familia muy amable y atenta que me dieron posada por 3 noches mientras coordinaba mi hospedaje con la UTP, luego de eso, me hospedé con Jairo Aguirre, su esposa y su perrita Casiopea. (Adivinen la profesión de Jairo)
Es así como en Pereira, aprendí la historia del eje cafetero y conocí lugares muy hermosos, pero también a la Pereiranas mas hermosas, mujeres super bellas que me dieron la bienvenida de forma muy especial. Cristina y Tatiana fueron las que me robaron la atención al máximo, pero también he de agradecer a todos con quienes compartí, tuve una experiencia Scout en lugares muy bonitos.
Después, llegué a CALI, gracias a Isabel Mosquera, a quien conocí en Medellín y facilitó los contactos de los principales grupos de astronomía de allí, todos me recibieron y trataron super bien desde el primer día. La corporación Mi Colombia Sueña y parte de sus socios me dieron hospedaje durante 3 semanas y así fue como conocí "La sucursal del cielo" hice amigos y lugares estupendos. También ella y su familia me abrieron las puertas de su casa en CALI para pasar navidad.
¡A todos gracias!
Por último, llegué a MANIZALES Donde gracias a la Fundación Huellas Cero y sus representantes, conocí Chinchiná y esa ciudad hermosa, donde cerré el año con la Lluvia de estrellas GEMINIDAS 2017 y donde recibiré el 2018 en compañía de una gran familia que abrió sus puertas a este mochilero.
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Agradeciendo la atención prestada y las oportunidades otorgadas, espero este 2018 seguir llevando la astronomía a los lugares donde mis pies me lleven, seguir conociendo personas y seguir abriendo puertas y ventanas al universo.
Feliz 2018 a todos
Allí dice "Feliz año 2018 - Mochila astronómica"
Escrito con las galaxias:
