Así de hermoso es Ecuador. Hasta la próxima

El Comienzo

     El día que llegué a Ecuador, un 10 de julio, iba en este bus desde Tulcán a Cayambe apreciando las hermosas montañas que iban de camino, pasando por Ibarra y Otavalo me sentí triste de no poder detenerme a conocer estos lugares, pues, me esperaban en Cayambe y La Mitad del Mundo y no podía parar, montañas, lagos y un verde majestuoso pintaban esas montañas. Fueron tantas pues, las cosas que en más de un mes me tocaron hacer que para actualizar mi blog escribí una ENTRADA RESUMEN de lo vivido entre julio y agosto.

     Habiendo atravesado el país por la Sierra entera y hacia la costa, mi regreso a Quito tenía un propósito más allá de enseñar astronomía. Vivir el Equinoccio de Otoño/Primavera en la Mitad del Mundo y debía conocer entonces a Eli, mi compañera rusa con quien volví a recorrer el Ecuador pero desde el Oriente hacia La Costa.

     En la ciudad de Cuenca, me separé de ella y conocí a un par de colegas que en su Kombi, también enseñan astronomía y compartimos muy buenos momentos y en contra de toda la burocracia logramos nuestra misión de enseñar astronomía en Cuenca. Luego de una visita a Inga Pirca, nos separamos e inició mi viaje hacia la salida de Ecuador.

     Llegué entonces a Loja donde me recibió el Festival de Artes Vivas, una actividad que, similar a mi experiencia en Cuenca, opacó mi participación como astrónomo en la ciudad, por otro lado, el Planetario de la ciudad, ubicado en el parque Jipiro, estaba en mantenimiento, por lo que la directiva del parque sólo pudo ofrecerme usar los espacios del parque para el desarrollo de mis actividades, mas como otro visitante de la ciudad, me vi mas interesado en observar las muestras artísticas que muchos habitantes de Ecuador y otros países llevaban a cabo en las calles de la ciudad.

No pude resistirme a fotografiar esta hermosa Kombi de una familia viajera de Argentina.

Pasados los 3 días de esta visita, me dirigí entonces a Vilcabamba, pero en la ruta, fui dejado en Malacatos, donde encontré una bella esfera de nuestro planeta.

Malacatos:

 

Un lindo río y una linda vista de ese pueblo me llevó entonces a Vilcabamba. Allí me topé con anfitriones venezolanos que suelen compartir con viajeros que frecuentan el pueblo y disfrutan mucho la onda de los viajes. También visité el Cerro Mandango, mismo que me hizo recordar mi Ávila querida en Caracas, pues el cerro Mandango tiene una cruz en la parte alta y una fila o sendero para caminar. Ni tan larga, ni tan alta, pero suficiente para hacerme pensar que estaba pues en El Ávila.

Cerro Mandango, Vilcabamba 1650msnm          Pico Oriental, PN Waraira Repano (Ávila), Caracas2400msnm



Fila del Cerro Mandango                                     Fila Maestra, Waraira Repano (Ávila)

De allí al Río Vilcabamba, a cumplir con esta aparente leyenda donde al parecer, el Río Vilcabamba tiene una cantidad de minerales que ayudan a prolongar la espectativa de vida de quien allí habita, pues esta ciudad, tiene las personas más longevas y que suelen pasar de los 100 años. Claro que tomé un baño allí y espero vivir muchos años mas.

Mi camino de mochilero, me llevó al día siguiente a conocer Palanda y Zumba, dos pueblos muy bonitos muy al sur. En Zumba, conocí a Erika, administradora de Tour Café una cafetería ubicada en el parque principal y en donde conocí muchas de las costumbres de su gente, especialmente la de comer hormigas Atta Laevigata u "Hormiga Culona" incluso, el gran monumento a esta especie está al pie del parque principal.

Foto: @TourCafe_Zumba

Cabe mencionar que allí disfruté de su riquísima comida así como también bebí uno de los más exquisitos cafés que he probado en muchísimo tiempo, espumoso y con una perfecta textura me dio las energías para seguir con mi viaje, pero con muchísimas ganas de regresar.

  

Pensaba que Zumba era lo último antes de la frontera, pero el Chorro y Pucabamba me las encontré de paso, primero en carros que me acercaron a estos lugares, pero que al final tuve que completar a pie, bajo la alta humedad y alta temperatura del mediodía.

Luego de una hora de caminada el resonar de un caudaloso río frente a mi me dio entonces la señal de llegada a mi nuevo país... Perú.

 

Fue entonces a través de ese río donde culminé mi trazo por Ecuador. Un maravilloso país del cual aún desconozco mucho y que con mucho gusto volveré alguna vez para seguir conociendo sus increibles y diversos paisajes, así como a su maravillosa gente, fortaleciendo mas las actividades astronómicas del lugar y esperando coincidir con mas viajeros y más astrónomos.

En mi visita a Vilcabamba, conocí a Luis Miguel, un escritor venezolano, de Mérida. Él tiene una forma muy interesante de "Construir" sus textos, sobre libros viejos, recorta y escribe sus propios cuentos y los coloca en un librero.

Como una vez oí de una escritora venezolana "Los libros te dicen cuando quieren ser leídos" fue así como encontré este libro en su librero "Historias Amanecidas" donde la portada me llamó la atención pues es una astronauta sobre la huella de Buda, cuenta la historia de "La Luna Llegó a Los Estados Unidos" haciendo referencia a la misión apolo del 69 desde un punto de vista que cualquiera jamás se habría imaginado a excepción de Miguel, quien capturó en su experiencia un relato de gran solemnidad y que para un fanático de la astronomía y astronáutica, muestra el lado de la Luna que no conocemos.


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Cuenca, Entre la Ciencia y la Burrocracia

"La burocracia es el proceso de hacer difícil lo fácil a través de lo inútil"

     Si lees bien el título, notarás que uso la palabra "Burrocrácia" palabra escrita por mi amiga Ana Isabel Salvador, de quien les contaré más adelante, y es que precisamente esta entrada, va dedicada especialmente a la ciudad de Cuenca a la cual anuncié mi llegada en la entrada anterior.

Indiqué que Las fiestas de independencia de Cuenca habían retrasado las respuestas de planetario ante las solicitudes que habitualmente hago a las instituciones, hospedaje y alimentación principalmente, a cambio de mi proyecto de divulgación, no obstante, la realidad era distinta.

Varios correos enviados a la institución desde el mes de septiembre nunca fueron respondidos, anunciaba mi llegada y solicitaba este intercambio habitual que suelo concretar con las instituciones a fin de realizar mis actividades de astronomía. Para cuando llegué a la ciudad, nada se había concretado.

Previamente y hace unos dos meses, conocí por facebook a los chicos de ACOGE A UN CIENTÍFICO quienes conocieron mi proyecto estando en la ciudad de Lima, en Perú, su camino hacia el norte haría que en algún punto nos encontráramos y ese punto fue Cuenca, así que les ofrecí arreglar todo para presentarnos en ese planetario.

Ana, es Doctora en Cosmología de la Universidad de Madrid, Ángel es argentino, pero ha vivido gran parte de su vida en Madrid y es Licenciado en Física de la misma universidad. Ambos desarrollaron su proyecto para llevar sus conocimientos a todas las comunidades y escuelas e iniciaron de la misma manera que yo, de mochileros. Luego, compraron a la hermosa kombi, Vera y comenzaron a rodar hacia el norte impartiendo ciencia y cosmología.

Luchando con la burocracia

"Será imposible que realicen cualquier actividad acá, el municipio suele tardarse siempre entre actividades" estas fueron las palabras de uno de los trabajadores del planetario quien sintiendo vergüenza por no poder actuar sin tener una autorización por parte de la alcaldía u otras entes gubernamentales, nos decía.

Como no creo en la palabra "IMPOSIBLE" le sugerí actividades o alternativas, puesto que si ya estaba en Cuenca, no iba a quedarme sin hacer nada allí. Así que dejé que las fiestas pasaran hasta poder contactarme con el director del planetario. Me quedé entonces en casa de Fernanda, el contacto sugerido para hospedarme durante ese fin de semana.

Luego de conocer al Director del planetario Juan Diego, este respondió lo mismo que su compañero de trabajo, sin  embargo, me ofreció otros contactos de grupos de astronomía de la ciudad donde podía llevar mis proyectos y me indicó que la única forma de obtener los beneficios de mi solicitud era hablando directamente con el director de Cultura de la ciudad, pues él desde el planetario no podía hacer mucho y si lo hacía, no obtendría respuestas inmediatas.

Mis amigos de Acoge a un Científico habían llegado, nos encontramos y me invitaron a quedar con ellos en su kombi, pues a pesar de ser pequeña, se la ingeniaron para hospedar a un mochilero durante un par de noches. Donde les preparé arepas venezolanas y ellos me brindaron desayuno.

 

 Al día siguiente, tuve la respuesta del Director del Planetario,

¡Podemos usar el espacio! 

Nos presentó a María Paz, trabajadora del planetario y de muy buena voluntad y realmente amable, que nos ayudó a organizar las conferencias que íbamos a ofrecer al público, sin embargo por la premura, no hubo publicidad ni convocatorias masivas, dimos los detalles de nuestras actividades a Maria quien las envió a la Dirección de Cultura de Cuenca para su publicación, incluyendo nuestros datos personales y redes sociales pero esta entidad, al hacer las publicaciones no nos mencionaron a nosotros, los que realmente hicimos todo el trabajo... ¡¡TODO!! 

Lo que debía ser esto elaborado por Ana:

Terminó siendo esto:

Y en donde se hacen varias menciones, en especial al alcalde de turno... Una falta de respeto no solo a nosotros que venimos de otros países, sino un engaño para su población, puesto que hacen ver como que el alcalde es el responsable de esto, cuando no obtuvimos ningún beneficio o reconocimiento por parte de esa institución.

Con esta "publicidad" convocamos a las personas desde las afueras del planetario y durante una tarde, dimos a conocer el evento a suficientes personas. Pero al mismo tiempo, teníamos encuentros con la EMAC y EMOV, encargadas del espacio y movilidad de la ciudad! ¡MAS BUROCRACIA! 

Los días del evento, Ana, Ángel y yo, logramos dar nuestras conferencias al público quienes lo disfrutaron muchísimo y cerrando las mismas con una observación telescópica, donde el telescopio, lo aportó un chico aficionado llamado Pedro, quien además nos invitó a su hogar.

La Luna y Saturno fue lo único que logramos observar además de la excesiva contaminación lumínica del Parque de la Madre. 

El día Lunes, asistimos a un colegio conocido como Colegio Catalinas Rosa de Jesús Cordero, donde el profesor de Física Pablo Tenesaca nos invitó a su Laboratorio, Centro de Ciencias Astronómicas

Un espacio muy diverso ocupado por niñas de entre 13 y 16 años aficionadas a la astronomía y las ciencias, allí, Ana, Ángel y yo dimos nuestras conferencias especiales a estas super interesadas chicas.

 

Posterior a la actividad, Ana, Angel y yo, abordamos la "Kombi espacial" y emprendimos un último viaje juntos a INGA PIRCA, el Sitio de ruinas Cañaris-Inca ubicados cerca de El Tambo.

 Y así me despedí de mis amigos, Ana y Ángel de ACOGE A UN CIENTÍFICO emprendieron su ruta al norte del continente y yo seguiré hacia el sur, esperando encontrarnos en el futuro próximo y que compartamos mucho mas de nuestras aventuras Viajeras, Astronómicas y Cosmologicas.

Cuenca es una ciudad hermosa, muy organizada, limpia y con un alto índice de turismo y espacios realmente interesantes. Las personas son amables y cordiales.

Pero así también es una ciudad muy burocrática. La política y la burocracia no se mezclan con la ciencia. Un planetario tan bonito, no debería limitar sus actividades por asuntos de papeles.
Si el director, sus trabajadores o los clubes de astronomía asociados en la ciudad están realmente interesados en realizar actividades de astronomía, deben ser libres de hacerlo, puesto que un planetario además, no es una institución donde únicamente tocar un botón y dejar que corra una película sea el único atractivo. Más que eso, un planetario es una "Ventana hacia el universo y el conocimiento" y si le cierran las puertas a visitantes o exigen papeles o formalidades pesadas a extranjeros especializados o clubes de astronomía y otros aficionados, se cierran las puertas como ciudad misma, puesto que estos temas, ciertamente ayudan a mantener el orden y la disciplina, pero muchos al ver ese camino de obstaculos, no se quedarán.

Cuenca es una ciudad donde hice amigos y me encantará volver.

Ahora me dirijo a mi próxima ciudad, Loja, me han hablado de lo linda que es y que justo para mi llegada, varios festivales inician, espero disfrutar de esta estancia allá, y será hasta la próxima entrada.

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