Desde el primer día en el que llegué a Ipiales, emprendí mi ruta hacia el famoso santuario de las Lajas, llegué en horas de la tarde y fue sorprendente e increíble estar allí.
Una imponente arquitectura que desde todos los ángulos sorprende... De cerca y de lejos, desde arriba y desde abajo, desde adentro y desde afuera, de día y de noche. Este es el Santuario o Monasterio de las Lajas. Un lugar al que todo mochilero debe acudir puesto que no hay blog que pueda describir tanta belleza y detalles que allí se encuentra.
Luego de esta visita, al día siguiente duré todo el día en Migración Ecuador, para poder sellar el pasaporte, porque como venezolano, las taquillas están abarrotadas de paisanos que no precísamente salen del país a mochilear, sino a rehacer sus vidas en otras latitudes. Desde las 8a.m hasta las 12:30am del día Lunes, estuve haciendo fila, regresé al Hotel y en la mañana del Lunes, atravesé la frontera de Rumichaca Rumbo a Ecuador.
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GRACIAS COLOMBIA.
"Visitarla" no sería la palabra adecuada para mi, pues en Colombia, hice más que visitar, viví en este país durante 9 meses, gran parte de mi vida se formó en sus tierras, carreteras, páramos, nevados y pisos térmicos en general... Te invito a que eches un vistazo a las entradas dedicadas a cada ciudad y departamento haciendo clic en los enlaces a continuación, pues me hacen falta palabras para describir el amor que le tomé a estas tierras.
Desde el día 4 de octubre del 2017 inicié esta aventura de Mochila Astronómica en Cúcuta y agradeciendo a todos los que desde esa ciudad me abrieron las puertas, emprendí una hazaña a pie como muchos venezolanos, y fue allí, en ese camino donde mi vida cambió, donde conocí personas hermosas, donde conocí la humildad desde todos los puntos de vista, donde me enamoré de los colombianos, su cultura y sus bondades.
Mi esfuerzo se vio recompensado en Bogotá donde tomé el impulso y logré metas inicialmente imaginadas y donde gracias a todos los que en el Planetario de Bogotá y Museo del Espacio hacen vida me apoyé para seguir adelante. Gracias a ellos llegué a Medellín una ciudad que visité dos veces y en donde tuve tantas oportunidades y amigos que al conocer mi emprendimiento no dudaron en brindarme el apoyo para compartir con humildad mis conocimientos.
Pereira Fue una ciudad de retos, pero también una de las más visitadas en mis primera y segunda visita a Cali así como a otras ciudades del eje cafetero, allí conocí a personas muy nobles y colaboradoras, amables como toda Colombia y el clima más inestable pero agradable para quienes aman la lluvia y el frío. Los departamentos del Tolima y Quindío me regalaron más que oportunidades, también sorpresas y recompensas, un clima agradable y hermosos paisajes. Y todas esas ciudades tenían su magia, pero una de ellas se convirtió en mi serendipia. Manizales; una ciudad que no estaba en mi ruta inicial de mochilero me invitó a regresarme desde Cali para disfrutar de una lluvia de estrellas fugaces en diciembre, pero sería desde ese momento en el que no solo conocería personas que le darían una visión distinta a mi vida, sino donde encontraría Oportunidades que me permitirían demostrar mis conocimientos.
Así pasaron los meses y desde Manizales fui y vine a otras ciudades a encontrarme con personas cercanas y amistades creadas y donde llevaría a cabo los proyectos más ambiciosos de mi emprendimiento mochilero y astronómico, En Manizales hice Amigos me conocieron en casi toda la ciudad, personas interesadas a la astronomía y fui el creador del 1er grupo de astronomía aficionada que ahora funciona y se mantiene gracias a sus motivados integrantes.
Luego de casi 7 meses en Manizales emprendí mi ruta hacia el sur... Al Desierto de la Tatacoa y posteriormente a Popayán pero ¿qué puedo decir después de todo esto?
NO ALCANZARÁN...
No alcanzarán las palabras, listas de personas a quienes agradecer, no alcanzarán los nombres de los lugares visitados, no alcanzarán las fotos de los rostros más hermosos que vi, las sonrisas, apretones de manos y abrazos, no alcanzarán las gracias para darles a todos aquellos que se convirtieron en anfitriones y hospedaron en sus casas, alimentaron, indicaron direcciones. No hay palabras suficientes para escribir en este blog y transmitir el sentimiento que tengo en mi alma con cada pedacito de Colombia, pero mi memoria es buena así que siempre recordaré cada pequeñito momento de tiempo vivido en cada lugar.
Debo decir algo importante y es que en 9 meses de estadía en Colombia, aunque no lo crean. Nadie NUNCA me trató mal. Fui siempre bien recibido y dejé muchas puertas abiertas.
Gracias Colombia, Gracias Colombianos, Gracias a todos y seguramente regresaré, no es un adios como dicen, es un "Hasta La Próxima" Me faltó visitar sus costas, me faltó visitar sus llanos, su amazonía y claro que conocer mas de estos lugares turísticos que todo mochilero debe tener en su lista de lugares visitados.
Con amor... Hasta la Próxima.